Nos hospedamos en el hotel dos noches en el mes de
Septiembre de 2015, viajamos junto a mi pareja una escapada a Uruguay donde nos
hospedamos dos noches en Montevideo y una en Colonia.
La ubicación del mismo es muy buena, en el barrio de Punta
Carretas, uno de los más lindos de Montevideo, a 4 cuadras aproximadamente de
la Rambla y menos de dos cuadras del Shopping Punta Carretas. Barrio muy
tranquilo por lo que vimos nosotros, salíamos a la noche a caminar por la zona
y no se veía ningún peligro. Es una zona con bastantes restaurantes, que son
una gran alternativa si uno está sin auto o si no tiene ganas de sacarlo de
noche. Una de las noches cenamos en la Parilla de enfrente, que era bastante
buena. Un dato importante a tener en cuenta para poder ubicarse
correctamente
es que la calle del hotel cambia de nombre a una cuadra y pasa a llamarse
Ellauri, dato que si uno desconoce lo complica un poco a la hora de ubicarse,
más que nada el primer día.
El hotel cuenta con 49 habitaciones, nosotros nos hospedamos
en una habitación superior, en el tercer piso. En nuestro piso, teníamos una
terracita con deck de madera compartida entre las habitaciones de ese piso, con
mesitas y sillas. La habitación si bien no era muy grande, era muy cómoda.
Excelente tanto la cama como la ropa blanca de la misma. Tenía un Led colgado
en la pared, un pequeño escritorio, un frigobar con algunas bebidas, chocolates
y snack, además la habitación cuenta con caja de seguridad. De un lado de la cama tenía con una mesita de
luz con velador, y del otro lado por falta de espacio, tenía un velador
empotrado en la pared que era muy cómodo. La decoración de la habitación a mi gusto era
excelente, teniendo una muy buena combinación de colores. Lo que más resalto de
la misma era la comodidad de la cama y sus almohadas que hacen sentir que uno
se acuesta en una nube.
El baño es otro gran punto a favor del hotel. La ducha está
ubicada en un espacio no muy grande pero le hicieron un compartimiento en
madera que queda muy bien decorativamente, es cómoda y tiene un duchador
cuadrado de gran tamaño que hace que el agua salga con una potencia muy buena, distinguiéndose
de varios hoteles que visitamos donde la fuerza de la ducha deja mucho que
desear.
La recepción del hotel está muy bien decorada, acorde a las
habitaciones. Dispone de una cafetera para poder tomar café libre a lo largo
del día.
La atención del personal fue siempre muy cordial y muy
atentos a todas nuestras consultas. Al entrar a la habitación, a modo de
atención, dejan una bandeja con dos bomboncitos y el nombre del hotel decorado
con chocolate. Todas las tardes alrededor de las 19 horas, ofrecen volver a
hacer la habitación en caso de ser necesaria y dejan un papelito con el pronóstico
del día siguiente.
El hotel cuenta con un gimnasio en el primer piso, al que
sólo pasamos para observarlo, pero que parece muy bien equipado. También cuenta
con una sala de reuniones. El único punto
flojo que le encontramos fue el estacionamiento. En primer lugar nos comentaron
que no guardan lugar, y al no tener lugar para los autos de todos los que se
hospedan en el hotel, es una cuestión de suerte conseguirlo. Igualmente cuando
pudimos guardarlo, es muy estrecho, lo que lo hace demasiado complicado para
entrar y sacar el auto. Finalmente cada vez que encontrábamos lugar en la
puerta del hotel, lo dejábamos allí, que estaba cuidado por los chicos de
recepción y sin pasar el mal momento de entrarlo y sacarlo.
El desayuno es otro punto a favor del hotel. El salón de
desayuno está muy lindo, con un ventanal a la calle y es bastante grande. El
desayuno cuenta con distintos yogures bebibles, semillas y frutas secas, café,
té, jugo de naranja (no era exprimido, parecía un Cepita, pero cada vez nos
resulta más difícil encontrar un jugo de naranja exprimido en un desayuno de
hotel), tomatitos cherrys, rúcula, pepino, aceite y aceite de oliva, pancitos
caseritos, ensalada de frutas y frutas tanto enteras como cortadas, medialunas
de grasa, de manteca y algunas otras facturas, jamón, queso, un salame
exquisito, budines, alfajorcitos y otras masas finas, manteca, mermeladas,
dulce de leche, quesos untables, dispenser de cereales, pan lactal y
tostadores. Un desayuno muy completo donde todo lo que probamos era muy rico.
El precio es el mismo de lo que salen los hoteles de estas características
en los centros turísticos de Argentina, por Despegar para el mes de Octubre se
cotiza la noche en aproximadamente $1.500 (pesos Argentinos) con impuestos
incluidos.
Dada su ubicación, su comodidad, su atención y sus servicios
es un hotel al que me costaría mucho no volver en una próxima visita a esta
hermosa Ciudad.
Ramón Fernandez 265, Montevideo.
Realmente la nota me encantó tanto por las descripciones como por las fotografías.
ResponderBorrarGracias por la recomendación es un lugar que invita a ir.