Me encanta cocinar lo que me gusta, cada vez que cocino y
siento los olores, veo como está quedando la comida, lo disfruto, me hace
feliz. Siento que es muy bueno que a mi esposo también le guste, porque así
probamos recetas o podemos cada uno ocuparnos de determinas partes de un plato
y disfrutarlo finalizado. Así hicimos con el risotto de mollejas.
Debo confesar
que la gran mayoría de las veces que hacemos el risotto lo hacemos acompañados
con langostinos, pero esta noche no teníamos y decidimos frenar en la carnicería para
hacerlo con unas mollejas. Y en ese momento repartimos los roles, yo me hago
cargo del risotto, amo hacerlo, ver como se convierte en ese cremoso arroz
perfecto y Walter, mi esposo se ocupó de las mollejas, que tengo que reconocer
que le salen excelentes. Para acompañar hicimos unas bombas de papa, que acá
les vuelvo a dejar la receta http://paladarnegrocomida.blogspot.com.ar/2015/04/receta-bombas-de-papa.html
Empezamos con las mollejas, la parte de Walter. Primero las
limpió, sacándoles toda la grasa, luego las selló en una sartén (cocinándolas 2
minutos de cada lado) para luego pintarlas con una salsa que preparamos de
aceite de oliva, salsa de ají picante, miel, pimentón dulce y picante, sal y
pimienta. Hicimos bastante de esta salsita, para ir pintando las mollejas cada
20 minutos aproximadamente, las cocinamos a fuego mínimo alrededor de dos
horas.
Cuando a las mollejas les faltaban alrededor de media hora,
comenzamos con el risotto. En una olla pongo la manteca, cuando esta derretida,
echo las cebollas picadas bien chiquitas hasta que estén transparentes, una vez
que esto ocurre le tiro el vino blanco y mezclo hasta que se evapore el
alcohol. A partir de este momento cada vez que el arroz lo pida le voy echando
un cucharón de caldo.
En este caso use caldito Knorr de vegetales. A medida que
se va cocinando lo voy condimentando con sal, pimienta, pimentones y
últimamente estoy usando una mezcla de especies para paella que contiene un
azafrán bastante bueno y le da un buen color al plato. Igualmente cuando veo
que ya casi está el arroz, el último cucharón es una mezcla de caldo con un
tubito de azafrán (si tenés azafrán en hebras muchísimo mejor), una vez que se
absorbe este último cucharón, apago el fuego, incorporo la manteca y el queso
parmesano rallado., en este plato no le escatimo para nada y le pongo grandes
cantidades de ambos ingredientes, porque son los que le dan gusto y
consistencia a esta receta.
En este momento le agrego las mollejas, y ya está el plato
perfecto para disfrutarlo. Este risotto se puede hacer de langostinos, de
salmón, de pollo, de champignones, o de lo que la creatividad de cada uno se
anime!
La receta me pareció excelente!!!!!!!!!
ResponderBorrarEs un plato digno de compartir, especialmente cuando se cocina con amor.
Adelante!!!!!
La receta me pareció excelente!!!!!!!!!
ResponderBorrarEs un plato digno de compartir, especialmente cuando se cocina con amor.
Adelante!!!!!