domingo, 28 de febrero de 2016

Las 3 Chocolaterías y Heladerías que no te podes perder en Bariloche y podes disfrutar en Buenos Aires



Volví de Bariloche enamorada de estos locales, de sus chocolates, helados y pastelería.
Me pareció injusto no poder haber disfrutado de ellos tanto como me hubiese gustado, pero el cuerpo no me permitía seguir ese ritmo entre comidas y dulces y además salir a hacer excursiones y disfrutar de una Ciudad tan hermosa.
Igualmente entre meriendas, postres y algún reemplazo por almuerzo o cena, pude probar varias de sus propuestas dulces y me volví enamorada de ellas.

1- Jauja
Empiezo por Jauja, donde tomamos helado un par de veces. Probamos el de Calafate con leche de Oveja, un gusto totalmente original y que la leche de oveja le da una cremosidad y un sabor más intenso, probamos también el de Limonada de Frambuesa, que era muy refrescante, el de Chocolate Profundo que es un Chocolate amargo bien intenso que deja un sabor único en la boca y distintos de frutas de la zona como Boysenberry (el que más me gustó), Arándanos (también excelente), Cassis y Frambuesa, todos muy buenos.  Entre otros podes optar por Sauce de la Pasión, Limongibre, Café Chocoso, Peperina Granizada, Lemon Pie, Canela, Crema de Maní, Ristreto, Variedad de Dulces de Leche (Mousse, Merengueche, Con Brownies, Granizado, con Moras, con Nuez, etc) y Variedad de Chocolates (Con almendras, con Naranjitas, Arabe, Profundo, Andino, con Brownie, Blanco, etc).
Me quedé con ganas de sus chocolates, pero el calor nos hacía inclinarnos más por los helados que por los últimos.
En Buenos Aires, se puede encontrar en Federico Lacroze 2.239 o en Cerviño 3.901.



2- Abuela Goye


En la Abuela Goye probamos sus helados, sus chocolates y una torta, todo excelente. Helado de Chocolate con almendras y Frambuesa, no puedo describirlo de lo rico que era, no alcanzan las palabras, la suavidad y el gusto de ese chocolate con almendras es indescriptible, solo puedo recomendar ir a un local de ellos, probarlo y descubrir la felicidad hecha helado. También probamos una porción de la torta Suflé Blanco, la cual también es imposible describir, solo de pensarlo la felicidad invade mi alma, es una textura única, bien esponjosa y con el gusto inconfundible de chocolate blanco. Igual que con el helado, recomiendo sin dudarlo ir urgente a un local de La Abuela Goye y probarlo, confíen en nosotros, es imposible que no salgan más felices de ahí adentro. En cuanto a los chocolates también son perfectos, pero los siento más terrenales. Probamos los mil hojas de dulce de leche, tanto de chocolate blanco como de negro, estos se convirtieron en nuestros preferidos. También probamos los de Marroc, el chocolate en rama, etc. Ninguno falla, todos excelentes, haceme caso y andá urgente a darte un gustito en una Abuela Goye, seguro vas a ser más feliz!
En Buenos Aires se puede encontrar en Alicia Moreau de Justo 540 Puerto Madero, Hipólito Yrigoyen 428 Plaza de Mayo, Florida 506, Galerías Pacífico o Charcas 4006 Palermo Soho.

3- Mamuschka


De Mamuscka probamos sus helados, sus crepes, sus chocolates y su pastelería, y todo es riquísimo y perfecto.
En Bariloche tienen dos locales, uno bien grande en una esquina donde venden los chocolates y la parte de pastelería, todo con sillas y mesas para disfrutar en el local, y otro más chiquito a mitad de cuadra donde venden helados, Waffles y Crepes.

Probamos los helados de Mamusch Cream que es tipo Nutella (volví enamorada de este gusto), Chocolate, Frambuesa y Frutilla, todos excelente, otros gustos que me quedé con ganas de probar son Chocolate Blanco en Rama, Chocolate intenso con almendras caramelizadas, Timbal de dulce de leche, Cheesecake con berrys de la patagonia, Sambayon Malamado y Lemon Pie. También probamos el Summer que era de Ananá, jengibre y albahaca, un gusto innovador, original y una sorpresa al paladar.

Comimos un Crepe de crema pastelera con frutos rojos exquisito, lo preparan en el momento y no le escatiman en nada, un buen postre o una rica merienda.

En el local de la esquina compramos chocolates varias veces, tanto como para desayunar en las vacaciones como recuerdo para casita, todos excelentes. A mi esposo le gustan más los de la Abuela Goye, para mí están a la misma altura, todos los que probamos me parecieron perfectos.
Fuimos a desayunar un día pedimos licuado de frambuesa, un chocolate caliente, una tarteleta de crema pastelera y frutos rojos, una madeleine de crema pastelera y una porción de torta Deux Mousses (que era mousse de chocolate blanco y mousse de chocolate semiamargo). Todo lo que comimos en Mamuschka nos pareció de una calidad excelente. Otro gran lugar que recomiendo para ser un poco (o mucho) más feliz. Nos quedamos con ganas de probar la creme brulee, el mousse de chocolate y dulce de leche, el mousse de naranja, el cheesecake y el tiramisú, Los días nos quedaron cortos para disfrutar de la pastelería como nos hubiese gustado
En Buenos Aires lo podés encontrar en el Village de Recoleta.


Suflé Blanco de La Abuela Goye

Salón de La Abuela Goye

Local de La Abuela Goye

Helado de La Abuela Goye

Local de Mamuschka

Helados Mamuschka



Pastelería Mamuschka

Chocolates Mamuschka

Crepe Mamuschka

Crepe Mamuschka

Crepe Mamuschka

Crepe Mamuschka

Madeleine de Crema Pastelera Mamuschka

Tarteleta de Crema Pastelera y Frutos Rojos de Mamuschka

Merienda Mamuschka

Helados Jauja

Helado Jauja












martes, 23 de febrero de 2016

Raviolones Caseros con 3 Tipos de Rellenos + 2 Salsas Distintas



Hice esta receta un 14 de Febrero, el día de los Enamorados, en un primer momento sentí que era un regalo para mi esposo, después me di cuenta que en realidad era un regalo también para mí, soy una enamorada de las pastas, en todos sus estilos y con casi todas sus salsas, amo comerlas en cualquier momento y lugar, pero hacerlas da una satisfacción inigualable, es mirarlas tan perfectas y sentir que eso lo hizo uno mismo y en el momento que el primer bocado entra en la boca hace que uno se quiera un poco más. Haciendo este plato, me enamoré más de las pastas y de mi misma por haber hecho algo tan rico.  Lleva su trabajo y puede ser duro, pero si uno es un enamorado de las pastas, después va a sentir que todo valió la pena, no es apto para ansiosos, hay que empezar temprano!


Yo lo hice con un kilo de harina porque quería hacer de varios gustos para probar, pero la receta la voy a poner con medio kilo que es para aproximadamente 4 personas. Con los rellenos, pongo aproximado para esa cantidad de harina, porque en realidad yo hice la gran mayoría de pollo y algunos de Espinaca y otros de Caprese para probar. Si les llega a sobrar masa, se pueden hacer fideos y congelarlos para otra ocasión o si sos muy amante de las pastas podes comerlos esa misma noche!


En primer lugar, en un recipiente mezcle 325 gr de Harina, 175 gr de Semolín, 5 huevos, sal, pimienta y aceite de oliva (Yo le agregué un poco de pimentón dulce para que le de color y un poquito más de gusto). Reemplazo una parte de la harina por semolin para que la masa quede más flexible para rellenarla. Primero hago el tradicional volcán donde pongo los huevos y a partir de ahí amaso la mezcla hasta que quede uniforme, en ese momento la tapo y la dejo descansar al menos media hora. Aprovecho ese momento para empezar con el relleno, como en este caso hice tres distintos, a continuación les detallo el paso a paso de cada uno:

-Pollo, Queso Ahumado, Panceta y Reggianito:


Primero corto todo lo que voy a usar (salvo el Reggianito que lo rallo) para tenerlo listo. Caliento una sartén con aceite de oliva, le agrego morrón y cebolla, los cuales cocino a fuego mínimo para caramelizarlos, una vez hecho este paso le agrego las pechugas de pollo cortadas en cubos, le agrego un chorro de vino blanco y condimento con sal, pimienta, pimentón, masala ahumada y un poquito de Merkén. Por otro lado la panceta cortada bien chiquitita la desgraso y doro en otra sarten sin aceite, solo con la sarten bien caliente Una vez cocido el pollo y dorada la panceta, los junto y les agrego los pedacitos de queso ahumado y el queso Reggianito rallado. Si no tenes el queso ahumado, se puede omitir o cambiar por cualquier otro queso, si la idea es darle sabor ahumado y no tenes el queso, se le puede agregar unas gotitas de humo líquido.
Una vez que todo el relleno está junto, se pasa por procesadora, picadora o mini Pimer y se reserva hasta su uso.

-Pollo, Provolone y Espinaca



Igual que en el relleno anterior, corto todo para tenerlo listo, el pollo lo cocino de la misma forma que el anterior con las cebollas y los morrones caramelizados. La espinaca primero la hiervo en el microondas en una bolsita de plastico (tipo las que te dan en la verdulería) y despues la pico para agregarsela al pollo, en ese momento le agrego el Provolone que puede ser rallado o cortado bien chiquito. Todo esto lo condimento con sal (cuidado de pasarse ya que el Provolone es bastante salado), pimienta, pimentón y en este caso le agregué un poquito de Masala Ahumada y lo paso por la procesadora.

-Capreses: Queso Ahumado, Reggianito, Tomate y Albahaca



La idea al principio era hacerlos con Muzzarella en vez del queso ahumado pero aprovechando que lo teníamos lo reemplacé y me encantó como quedaron, en la picadora puse todos los quesos y la albahaca y una vez que armaba los raviolones le agregaba a cada Raviolón unos pedacitos chiquititos de tomate.

Una vez hechos los rellenos corto la masa en distintos pedazos, la estiro con el palo de amasar y empiezo a pasarla por la pastalinda, la paso dos veces por el numero 1, la doblo y la vuelvo a pasar dos veces por el 1 nuevamente, este paso lo reitero al menos 3 veces para que la masa quede más lisa y elástica, una vez hecho esto, la paso una vez por el resto de los números del 2 al 7.



Para el armado de los raviolones probé varias formas y la que más me convenció es con un molde tipo cubetera (al lado la foto del de Raviolones y el de Sorrentinos), en el que se pone bastante semolin abajo para que no se peguen, luego la primer capa de masa, se incorpora el relleno elegido, con el dedo mojado se marcan los bordes y arriba se le pone la otra capa de masa. Para cortarlos se pasa el palo de amasar con fuerza y decisión y luego se le da vuelta y si no caen se les da unos golpecitos en los costados para que se vayan despegando. Estos moldes los compre uno en Easy y el otro en uno de los Bazares de Jujuy y San Juan, estaban menos de $30 cada uno. Si no los tienen, se pueden hacer tipo agnolotis cerrándolos como una empanada de Jamón y Queso o pegando las dos partes y cortándolos con un corta-masa, pero si tienen la posibilidad, recomiendo estos moldes 100%.

Una vez armados todos los raviolones están listos para cocinar en abundante agua hirviendo con un chorrito de aceite y sal hasta que floten, igualmente recomiendo probarlos antes de sacarlos para asegurarse que la masa esté cocida.

Las Salsas

En este caso hicimos dos salsas, una de tomate común y corriente y otra de Manteca de Salvia.
Para la salsa de tomate, cortamos el ajo en láminas y los tomates bien chiquititos.
En la sartén caliente, ponemos aceite de oliva, cuando éste esté caliente le agregamos los ajos y antes de que se doren le agregamos los tomates. condimentamos con sal, pimienta, pimentón y lo que gusten, a mi me gusta agregarle un poquito de barbacoa para que le dé un gustito dulce. Decoré los platos con unas hojitas de albahaca cortadas de nuestra huerta.


Para la Manteca de Salvia, pusimos la manteca en la sartén, cuando se derritió le agregamos queso Reggianito rallado y bastante Salvia picada, también cortada de nuestra huerta.

Servimos los de Pollo y los de Verdura con la salsa de Tomate y los Caprese con la de Manteca, pero cada uno lo puede combinar como más le guste.
Ahora a disfrutarlos!!!


Cantidades:

Masa:
325 gr Harina 000
175 gr de Semolin
5 Huevos
Sal, Pimienta y Pimentón a gusto.

Rellenos:

-Pollo, Queso Ahumado, Panceta y Reggianito:
2 Pechugas de Pollo
1 Morrón
2 Cebollas
150 gr de Panceta en trozo
200 gr de Reggianito Rallado
100 gr de Queso Ahumado
50 ml de Vino Blanco
Sal, Pimienta, Pimentón y si tienen y les gusta Masala Ahumada y/o Merkén.
Aceite de Oliva cantidad necesaria.

-Pollo, Provolone y Espinaca
1 Morrón
2 Cebollas
2 Paquetitos de Espinaca
200 gr de Provolone
1 Pechuga de Pollo
50 ml de Vino Blanco
Sal, Pimienta, Pimentón y si tienen y les gusta Masala Ahumada y/o Merkén

Capreses: Queso Ahumado, Reggianito, Tomate y Albahaca
100 gr Queso Ahumado - 200 gr Muzzarella
150 gr Reggianito
2 Tomates
Unas hojas de Albahaca

Salsas:

-Tomate
6 Tomates cortados en cubitos muy pequeños
3 Dientes de Ajo
Aceite de Oliva c/n
Barbacoa - Apenas un poquito
Sal, Pimienta, Pimentón

-Manteca de Salvia
100 gr de Manteca
100 gr Reggianito Rallado
Unas hojas de Salvia
















sábado, 20 de febrero de 2016

Taberna Breogan - Bariloche



Desde que empezamos a planear estas vacaciones, pusimos a este Restaurante en nuestro listado de los que queríamos conocer, nos lo habían recomendado y toda la investigación previa que hacemos de los restaurantes que reseñamos nos indicaba que nos iba a gustar. Por suerte, no nos equivocamos para nada, tal es así que Taberna Breogan fue el único restaurante que repetimos en nuestra semana en Bariloche, es que no podíamos despedirnos de esa hermosa Ciudad sin probar algunos platos más de su extensa carta.




Ambientado como una taberna Gallega, cuenta con todas sus paredes decoradas con carteles, fotos, cuadros, láminas y elementos Españoles, que a uno lo hacen sentirse como en cualquier taberna de la mismísima Galicia.







La carta está orientada a la comida Gallega (Pulpo, mariscos, callos, paella, bacalao tortilla, etc), aunque tiene varios platos típicos Patagónicos (como por ejemplo Cordero a la Cazadora, Ciervo con Hongos Patagónicos y Trucha) para respetar las tradiciones y gustos locales, para mí lo ideal es combinar ambos gustos.
En nuestra primera noche fuimos por los pescados y mariscos, compartimos junto a mi esposo, media porción de picada de mariscos que incluía mejillones con una salsita de cebollas caramelizadas, pulpo a la Gallega con las mismas cebollas, gambas al ajillo con unas papitas fritas cuadradas, cornalitos fritos, croquetas de pescado y rabas. Todos venía en platitos chiquititos muy bien presentados y muy sabrosos, todo se notaba fresco y bien condimentado. De plato principal compartimos una porción de trucha al Roquefort con papas noisette, que estaba exquisita. Muy buena la trucha y gran combinación con la salsa de Roquefort.





De postre pedimos la "Crema Catalana", que si bien tenía bastante caramelo para nuestro gusto, igualmente estaba riquísima, buena consistencia, buen gusto y buena temperatura.







En la segunda visita nos inclinamos por comidas Españolas, arrancamos con unas tapas para picar, elegimos pulpo a la gallega, gambas al ajillo y tortilla española. El pulpo estaba muy bueno, aunque no es de los mejores que comimos (hay que tener en cuenta que tenemos el listón muy alto con el Pulpo a la Gallega de La Marina en Mar del Plata), Las gambas estaban excelentes, frescas, con una salsita de ajillo muy buena y unas papitas fritas que las acompañaban a la perfección. La tortilla si bien no la pedimos bien babé como me gusta a mí, estaba excelente igual. La cantidad de las porciones para ser un tapeo eran muy buenas.



De plato principal nos pedimos una Paella, que también cumplió con nuestras expectativas, muy buena proporción arroz - mariscos, buena cocción del arroz y muy bien condimentada.
El precio nos pareció acorde, teniendo en cuenta que en ambas visitas comimos mariscos, sin postre gastamos aproximadamente $200 por persona y con postre $240, ambas sin vino y con tres bebidas sin alcohol entre los dos.



La atención en ambas noches fue excelente, teniendo en cuenta que tenían el salón lleno, los mozos atentos en todo momento y atendiendo siempre con una sonrisa.
Los dueños fueron muy amables y nos dejaron entrar a la Cocina para sacar algunas fotos y contarnos un poco de la historia familiar y del Restaurante, el cual según nos contaron se fue agrandando de a poco hasta convertirse en lo que hoy es.

Su ubicación es muy buena, en la primera arriba de Mitre y a poquísimas cuadras del Centro Civico.
Un lugar para volver, por su ambientación, su trato y más que nada por su comida.


San Martín 405, San Carlos de Bariloche