domingo, 26 de julio de 2015

Pastel de Papa

Tengo 28 años, todavía no soy madre, por lo que mis sobrinos para mí son mi vida, los tengo de todo estilo y edades. Tengo los hijos de mis hermanos, tengo los hijos de mi amiga que la siento hermana y ahora bien nuevito, tengo al hijo de  mi Cuñado (el hermano de mi esposo). Donato es el más chico, tiene 7 meses y el más grande es Juanma, con 19 años. Tengo que reconocer que con Juanma nos une una relación donde los dos nos reconocemos más como hermanos que como sobrinos. Cuando él nació yo tenía 9 años. En ese momento vivíamos a la vuelta, todos los días de mi vida nos veíamos. A sus 3 años fue nuestra primera separación, nosotros nos fuimos a vivir a Canning, Ezeiza con mis papás y ellos se quedaron en Capital, pero esa mínima distancia no modificó nada, Juanma venía todos los fines de semana a casa. Cuando cumplió 8, se fueron a vivir al interior junto a mi hermano, mi cuñada y mi otro sobrino Agustín. Creo que nunca extrañe a alguien como lo extrañé a él  y a Agustín en ese momento. Pero la distancia ésta no cambió absolutamente nada nuestra relación, al revés. Cada vez que podía venía  a quedarse días en casa, todos los años se venía de vacaciones con mis papás y conmigo y esa relación de sentirlo mi hermano menor se hizo cada vez más fuerte.  El tiempo pasó y se convirtió en un hombre, y la vida dio sus vueltas y se vino a estudiar a Buenos Aires, por lo que nuevamente todos los fines de semana viene a casa y cada vez que viene él elige que quiere comer y nosotros le preparamos lo que pide, así fue como hice este pastel de papa tan lleno de amor.

Primero puse a hervir las papas para hacer el Puré, que tengo que reconocer que lo hizo Juanma, quien tiene una habilidad innata para hacer el puré sin un solo grumo y puse a hervir los huevos para hacerlos duros. Mientras corte los bifes de chorizo bien chiquititos, lo mismo hice con las cebollas y el morrón.
En una sartén con aceite de oliva cociné bastante la cebolla, el morrón y la carne, como si fuese un relleno de empanadas, bien condimentado con sal, pimienta, pimentón dulce y picante y ají molido.
En una fuente para horno, puse una primera capa de puré, la capa del relleno de carne, una capa de huevos duros picados bien chiquitos, otra capa de puré y por ultimo una capa bastante grande de algún queso duro rallado. Según los gustos de cada uno se pueden agregar aceitunas, y aunque yo no le pondría nunca, muchos lo hacen con pasas de uva.
Cuando el queso esté bien gratinado, se saca del horno y está listo para disfrutar!!!


Ingredientes:
½ de Bife de Chorizo
2 Cebollas
1 Morrón Rojo
1 kg d Papas
Manteca 75 gr
Leche c/n para el puré
Sal, pimienta, pimentones, ají molido, aceite de oliva C/n


La última foto es de Juanma y Donato hace unos meses, el más grande y el más chiquito de esta tía babosa.








martes, 21 de julio de 2015

Parténope (Vicente Lopez)


Escribo esta reseña desde la cama, haciendo reposo después de mi operación de vesícula el viernes pasado. No se dan una idea de lo que extraño la comida de verdad, la comida condimentada, la comida con gusto. Por eso  disfruto haciendo esto, porque aunque en este mismo momento no pueda comer esa pizza picante con sopressata y provolone puedo revivirlo mientras lo escribo, puedo volver a sentir ese gustito picante en la boca, esa textura de la masa que tanto me gustó, puedo sentirlo y ser feliz de nuevo. Que gran cosa que es la comida, como puede traer felicidad con solo pensar, tantos recuerdos, olores y gustos que combinados hacen una fiesta en la cabeza, en el paladar y en el corazón. 

Hacía bastante que mi esposo había escuchado hablar de esta pizzería que se caracteriza por recrear la pizza Italiana, más que nada la de Napoles. En nuestro último viaje a Europa, pasamos por Napoles pero solo para ir a pasar el día a la Isla de Capri (100% recomendable), y nos quedamos con ganas de probar la pizza característica de la Ciudad. A cambio probé la pizza de todo el resto de los destinos Italianos que pasamos, puedo decir con orgullo que en esos días consumía pizza como desayuno, almuerzo, merienda o cena, nada más hermoso que comerse una porción de pizza en el Vaticano a las 10 de la mañana.  Pero la pizza de Napoles es una cuestión pendiente en la vida. Adaptándonos a la realidad Argentina, fuimos a Parténope. 

Es un local no muy grande en la esquina de Libertador y Mariano Moreno, en el barrio de La Lucila, localidad de Vicente Lopez a unos 15 minutos de Nuñez. Tiene unas mesitas afuera y la gran mayoría adentro, en el límite de la cocina y el salón se puede observar el horno a leña gigante donde se cocinan las pizzas (según lo que ellos dicen en un máximo de 90 segundos).
Nosotros pedimos una pizza Diavola, que es una pizza picante con tomates pelados, sopressata y provolone, el precio de la misma es $130 (Junio 2015), pero hay que reconocer que la pizza no es muy grande y la masa es muy liviana, por lo que una pizza para dos queda bastante escasa, en este caso lo hicimos así ya que veníamos de un almuerzo y una merienda muy abundantes, sino claramente hay que pedir una pizza por persona. La velocidad con la que salen es muy buena, ya que como mencionamos anteriormente el tiempo de cocción en el horno es mínimo.

Tengo que reconocer que es la pizza Argentina que más se asemeja a las que he comido en Italia, no por eso la mejor ni mucho menos. Si bien los Italianos son unos genios haciendo pizza, los Argentinos tenemos unas pizzas impresionantes que le ganan a cualquier Italiana. La combinación de sopresatta, provolone y picante es muy buena y a ésta pizza particular le queda muy bien.
Parténope es una buena alternativa para una pizza liviana y con gustito a Italia, un lugar para volver cuando uno quiere una pizza distinta. Para pizzerías Argentinas tenemos El Palacio de la Pizza, Las Cuartetas o Guerrin que le ganan la pelea al que venga.
Les dejo la descripción que hacen de como realizan sus pizzas:

La verdadera pizza napolitana está hecha con una masa que sólo incluye harina de alto glúten, agua mineral, sal marina y levadura. 

El leudado es prolongado (8 a 12 horas) y contribuye a una masa ligera y bien oreada.

Se estira a mano, no excede los 35 cm de diámetro y presenta un borde llamado “cornicione”.



Los condimentos básicos son los tomates pelados enteros, sal marina y aceite extra virgen de oliva, con la adición de mozzarella Fior de Latte o Bufala fresca para la tradicional Margherita. Hierbas tradicionales como el orégano, perejil o albahaca también son agregados a gusto. 

La cocción viene estrictamente hecha en hornos a leña a altísima temperatura en tiempos que nunca exceden los 90 segundos. 

El producto final es entonces una pizza de aspecto fresco y jugoso, que mantiene la elasticidad y ligereza de la masa.

Buon Appetito!!!


http://www.partenopepizza.com

Libertador 4004, La Lucila, Buenos Aires.

domingo, 19 de julio de 2015

Mostacholes con Ratatouille


Soy la menor de tres hermanos, con los que me llevo 14 y 10 años y la única mujer y como si eso fuese poco, mi abuela me cuidaba. Tengo que reconocer que desde el día en que nací fui la más malcriada de la casa, y eso sin dudas se ve reflejado en mis gustos de comida. Hasta hace un tiempo no comía ninguna verdura, la gran mayoría sin haberlas probado si quiera. Pero por surte en la vida, uno va madurando y se va animando a probar nuevas cosas y si bien tengo que reconocer que estoy a años luz de poder volverme vegetariana o algo por el estilo, hoy en día de vez en cuando puedo comer alguna verdura y disfrutarlo. Así me pasa con los Mostacholes con Ratatouille. 

Para empezar corto en cuadraditos morrón rojo y verde, zanahoria, cebolla, berenjena y zucchini, los tomates los hiervo 2 minutos previamente, para poder pelarlos. Las berenjenas y los zucchinis los dejo 20 minutos con sal, para que eliminen el jugo amargo y luego los enjuago bien.
Los mostacholes los hiervo, como para cualquier pasta para agregarlos al salteado de vegetales.
En una sartén pongo el aceite de oliva, primero pongo la cebolla y los pimientos, una vez que estos estén dorados, agrego la zanahoria, luego los zucchinis y por último las berenjenas y tomates (ya que sino se hacen puré). 
Una vez que están todas las verduras doraditas, le agrego la sal, la pimienta y la variedad de condimentos que cada uno guste (en mis platos no puede faltar el pimentón). Y le agrego los fideos, que serán cocinados un ratito más con las verduras.
El plato ya está listo para disfrutarlo!




Ingredientes (Para 2 personas)

1 Morrón Rojo
1 Morrón Verde
1 Zanahoria
1 Cebolla
1 Berenjena
1 Zucchini
400 gr de Mostacholes
Aceite de Oliva, Sal, Pimienta, Pimentón a gusto.


domingo, 12 de julio de 2015

Feria Le Marche

Cada vez me gustan más las ferias gastronómicas. Tienen sus grandes desventajas: la gran cantidad de gente, las filas que hay que hacer para todo y que es bastante incómodo para comer, pero sin dudas para mí pesa más en la balanza la variedad, la posibilidad de comer un poquito de cada cosa y probar distintos platos de distintos chef, ver las presentaciones de cada stand y disfrutar. Amo dar una primera vuelta, ver que ofrece cada uno, tomarme ese ratito y pensar que voy a probar y de dónde. En la Feria Masticar lo tengo más fácil porque te dan el diario con todas las alternativas, en ésta uno tiene que pasear por todos los stand y luego elegir. 

Empecé por un Croque – Monsieur de Cuisine du Sud, que estaba bueno, lo calentaban en el momento y si bien no enamoraba, tampoco era un desastre. Seguimos con un Navarini (guiso de cordero y carne vacuna) y un sándwich de cerdo con cebollas moradas de Azema, ambos estaban espectaculares, muy bien condimentados y excelentes puntos de cocción en todas las carnes. El pan del Sandwich era también muy bueno. Un restaurant que no conocía y que ya está en el listado de los próximos en visitar.
Luego fuimos al Food Truck del ya conocido Nómade que nunca defrauda, en alguna Feria Masticar habíamos probado los langostinos con polenta blanca, esta vez fue el turno del Boeuf Bourguignon con esta polenta blanca. Muy bueno, también muy bien condimentado y excelente la combinación de la carne que se desarma en la boca con esta polenta. 

Luego fue el turno de Astor, donde comimos goulash y unas porciones de pizza con panceta y cebolla morada. El Goulash estaba muy bueno, buen punto de cocción tanto de la pasta como de la carne y muy bien condimentado y la pizza también estaba muy buena, excelente la combinación de panceta y cebolla morada (Venían 4 porciones, pero a la foto solo llego una). Otro de los lugares para ir a comer y ver que otras alternativas de la carta se pueden probar.
Nos despedimos de lo salado con una Quiche Lorraine de Les Olivier que estaba rica y un brochette de langostinos del Instituto Mariano Moreno que fue lo más flojito de todo lo que probamos, no estaba mal, pero nosotros los hacemos mucho mejor.

Por último y para probar algo dulce comimos una Creme Brulee de The Creme Brulee Company que si bien estaba riquísima, tuvimos que hacer casi media hora de fila para poder probarla. Valió la pena.
Como siempre, hay montones de platos tanto dulce como salados de otros stand que no llegué a probar, entre ellos destaco el de Beatriz Chomnalez con sus mini tortitas de chocolate y de frutilla, Un, dos, crepes con sus crepes tanto dulces como salados (me queda como cuenta pendiente el Crepe con Nutella), los helados y pastelería de Compañía de Chocolates, los helados con nitrógeno de Guilab (en este caso me hubiese gustado probar el de Creme Brulee) y los panes y la pastelería de L´épi entre otros.

Se cierra esta edición de la Feria Le Marche, ya estamos esperando la próxima edición para seguir probando más platos y sabores.


































sábado, 11 de julio de 2015

Pierino

Hace bastante que a Walter, mi esposo, le había recomendado esta cantina Italiana y que insistía con ir. Me acuerdo que el año pasado quisimos ir pero la fila en la puerta me hizo dudar y terminamos en Il Vero Arturito que está a unas cuadras y que tiene los mejores fussilli al fierrito que comí en mi vida. El tiempo fue pasando y siempre Pierino era una cuenta pendiente, que en este último mes la saldamos y nos gustó tanto que volvimos a ir.


La primera vez pedimos un antipasto para compartir que traía croquetas de papa, albondiguitas con salsa, muzzarella a la milanesa y unos champignones. Todo estaba muy bueno. De principal pedimos para compartir unos fussilli al fierrito con ragú de cordero, que si bien eran realmente muy ricos, tengo que admitir que como los de Il Vero Arturito no encontré ninguno (ni siquiera en Italia). La pasta en sí era muy buena, bien casera y sabrosa, la salsa también estaba muy bien condimentada y muy rica. 

La ambientación es la típica de toda Cantina Italiana, que a mí personalmente me resulta muy agradable: Pizarrones con opciones de platos y precios, diversos cuadros en este caso relacionados a Italia y al tango, banderines con los colores de la bandera Italiana, ollas colgando del techo, etc. La atención del mozo fue siempre cordial.
La segunda vez que fuimos, ya mejor organizados y conociendo algunos platos del local, pedimos de entrada las croquetas de papa que fue de lo que más nos gustó del antipasto.
De principales pedimos unos ñoquis con albondiguitas, los ñoquis estaban muy ricos, buena consistencia y la salsa le quedaba muy bien (Aunque debo reconocer que albondiguitas como las que hace la tía de mi esposo no existen) y unos ravioles de longaniza con salsa de cuatro quesos. Nos pareció bastante innovador el relleno y quisimos darle la chance. Para mí, el gusto de la longaniza es muy fuerte y tapa todo el resto de los gustos, como para probar esta bueno, pero no es un plato que repetiría teniendo otras alternativas que me llaman más la atención, a  mi esposo que fue el que lo pidió, le gustó mucho.
En ambos casos gastamos aproximadamente $400 con propina incluida.
Es un lugar donde sin dudas volvería, me gustó el ambiente, la atención y la comida; y el precio me pareció bastante acorde a la calidad ofrecida.



Lavalle 3.499, Capital Federal.