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sábado, 20 de febrero de 2016

Taberna Breogan - Bariloche



Desde que empezamos a planear estas vacaciones, pusimos a este Restaurante en nuestro listado de los que queríamos conocer, nos lo habían recomendado y toda la investigación previa que hacemos de los restaurantes que reseñamos nos indicaba que nos iba a gustar. Por suerte, no nos equivocamos para nada, tal es así que Taberna Breogan fue el único restaurante que repetimos en nuestra semana en Bariloche, es que no podíamos despedirnos de esa hermosa Ciudad sin probar algunos platos más de su extensa carta.




Ambientado como una taberna Gallega, cuenta con todas sus paredes decoradas con carteles, fotos, cuadros, láminas y elementos Españoles, que a uno lo hacen sentirse como en cualquier taberna de la mismísima Galicia.







La carta está orientada a la comida Gallega (Pulpo, mariscos, callos, paella, bacalao tortilla, etc), aunque tiene varios platos típicos Patagónicos (como por ejemplo Cordero a la Cazadora, Ciervo con Hongos Patagónicos y Trucha) para respetar las tradiciones y gustos locales, para mí lo ideal es combinar ambos gustos.
En nuestra primera noche fuimos por los pescados y mariscos, compartimos junto a mi esposo, media porción de picada de mariscos que incluía mejillones con una salsita de cebollas caramelizadas, pulpo a la Gallega con las mismas cebollas, gambas al ajillo con unas papitas fritas cuadradas, cornalitos fritos, croquetas de pescado y rabas. Todos venía en platitos chiquititos muy bien presentados y muy sabrosos, todo se notaba fresco y bien condimentado. De plato principal compartimos una porción de trucha al Roquefort con papas noisette, que estaba exquisita. Muy buena la trucha y gran combinación con la salsa de Roquefort.





De postre pedimos la "Crema Catalana", que si bien tenía bastante caramelo para nuestro gusto, igualmente estaba riquísima, buena consistencia, buen gusto y buena temperatura.







En la segunda visita nos inclinamos por comidas Españolas, arrancamos con unas tapas para picar, elegimos pulpo a la gallega, gambas al ajillo y tortilla española. El pulpo estaba muy bueno, aunque no es de los mejores que comimos (hay que tener en cuenta que tenemos el listón muy alto con el Pulpo a la Gallega de La Marina en Mar del Plata), Las gambas estaban excelentes, frescas, con una salsita de ajillo muy buena y unas papitas fritas que las acompañaban a la perfección. La tortilla si bien no la pedimos bien babé como me gusta a mí, estaba excelente igual. La cantidad de las porciones para ser un tapeo eran muy buenas.



De plato principal nos pedimos una Paella, que también cumplió con nuestras expectativas, muy buena proporción arroz - mariscos, buena cocción del arroz y muy bien condimentada.
El precio nos pareció acorde, teniendo en cuenta que en ambas visitas comimos mariscos, sin postre gastamos aproximadamente $200 por persona y con postre $240, ambas sin vino y con tres bebidas sin alcohol entre los dos.



La atención en ambas noches fue excelente, teniendo en cuenta que tenían el salón lleno, los mozos atentos en todo momento y atendiendo siempre con una sonrisa.
Los dueños fueron muy amables y nos dejaron entrar a la Cocina para sacar algunas fotos y contarnos un poco de la historia familiar y del Restaurante, el cual según nos contaron se fue agrandando de a poco hasta convertirse en lo que hoy es.

Su ubicación es muy buena, en la primera arriba de Mitre y a poquísimas cuadras del Centro Civico.
Un lugar para volver, por su ambientación, su trato y más que nada por su comida.


San Martín 405, San Carlos de Bariloche





















sábado, 20 de junio de 2015

Ceviche (Canning)


La comida Peruana, fue otro de mis grandes descubrimientos de los últimos años, recuerdo la primera vez que fui a un Restaurant Peruano y pedimos una plancha de mariscos que estaba espectacular, todo condimentado con ese aji amarillo que usan que le da a todo un gusto único.
Pasaron los años y fui probando distintos lugares y distintos platos Peruanos, algunos me gustaron, otros no y algunos me enamoraron como el plato de Mariscos al Fuego de Entre Mares.
Esta vez fuimos por primera vez al nuevo local de Ceviche en Canning. Si bien el local es muchísimo más grande que el anterior, te da una linda sensación de intimidad, la atención también es excelente y la comida es buena. El precio bastante elevado para los lugares que acostumbramos ir y recomendar, pero para una vez cada tanto, vale la pena. Lo bueno de esta salida, es que éramos cinco personas, por lo que pudimos probar distintos platos. 

De recepción nos trajeron una bandeja muy coqueta, con unas cucharitas de Ceviche Arequipeño que estaba muy rico y muy fresco, un maíz que no era la gran cosa (bah era maíz) y unos bocaditos de salmón que estaban ricos.
De principales mi esposo pidió una Cazuela de Langostinos, que supuestamente venía servido en  plancha caliente, salmón rosado, pulpo, mejillón, langostino con arroz al olivo y tinta de calamar, que en realidad vino en un plato que estaba tibio. Se llamaba Cazuela de Langostinos y si traía uno o dos era mucho, algunos camarones, apenas de pulpo, algunos mejillones, unas rabas y bastante arroz con tinta de calamar. Un plato para no repetir en una futura visita.
Mi mamá pidió una trucha a la manteca con alcaparras y almendras tostadas y un timbal de arroz que estaba muy sabroso y muy bien condimentado. 

Mi papá pidió un Maremoto, que eran langostinos envueltos en láminas de lenguado, cubos de salmón rosado y callos de vieiras chilenos en salsa de la pasión. Lejos fue el plato que más me gusto de la cena, era perfecto por donde se lo mire. Bien condimentado. Si bien no se podía distinguir que era lo que se estaba comiendo, era un gusto distinto a lo que uno está acostumbrado y muy rico.
Mi sobrino pidió un lomo salteado con cebolla y tomate acompañado de unas papas crocantes y arroz peruano, que estaba bastante frío e incluso después de pedir que se lo calienten, quedo tibio. El gusto era normal, pero bueno, yo no suelo esperar casi nada de un plato de carne en un lugar de mariscos.

Yo me pedí un risotto de camarones, que realmente estaba muy bueno, muy bien condimentado, excelente el punto de cocción del arroz y una cantidad normal de camarones. Además fue el plato que en mejor punto de calor llego a la mesa.
De postre pedimos una torta oreo que estaba muy buena, y probamos el pisco que también estaba muy bueno.

Lo peor de la noche sin duda, es que en vez de botellita o latita de gaseosa, te traen un vaso con gaseosa de máquina al mejor estilo Mc Donald´s o Burguer King, que te la rellenan gratis una vez, pero la cobran a precio de botellita. 

Habiendo comido 5 platos principales, un postre, un pisco, un vino Saint Felicien, tres gaseosas y un agua sin gas, gastamos aproximadamente $250 por persona (Mayo 2015)

Es un lugar para ir una vez cada tanto. Para mí el maremoto y el risotto se llevaron todos los premios, el postre también valió la pena, volvería por esos platos.