sábado, 10 de marzo de 2018

48 hs en San Sebastián




Cada vez que vuelvo a San Sebastián, me enamoro más. Es una Ciudad perfecta, no es muy grande, se recorre perfectamente a pie, tiene mar, montañas, vistas geniales y por si todo lo demás fuese poco, cuenta con una gastronomía excelente. No se si será por que por mis venas corre sangre Vasco-Francesa o por la belleza del lugar, pero sueño con vivir allí en algún momento de mi vida.

Situado en el norte de España y a solo 20 km de Francia, es la capital de Guipúzcoa en la comunidad autónoma del Pais Vasco.

Vista desde el Hotel

Para recorrerla optamos por dejar el auto en el hotel y movilizarnos a pie, con el Funicular de Monte Igueldo y taxis, por supuesto va a depender de la ubicación del alojamiento. Nosotros optamos por el hotel Mercure Monte Igueldo que se encuentra en la cima del mismo, haciendo Click Aquí pueden ver la reseña del mismo.

San Sebastián o Donostia, como lo llaman sus habitantes se puede recorrer perfectamente en dos días, en caso de algún día adicional recomendamos cruzar la frontera Francesa para visitar Biarritz y San Juan de Luz.





Arrancamos nuestro primer día en el Monte Igueldo, disfrutando de sus hermosas vistas, utilizamos el funicular para subir y bajar del mismo, el cual funciona desde 1912, este  nos deja en una de las puntas de la Playa de Ondarreta.

Nuestro consejo es llegar hasta la Parte Vieja de la Ciudad caminando por la Costanera que son alrededor de unas 30 cuadras realizando el Paseo de la Concha, con su barandilla blanca que se transformó en el símbolo de la Bahia. Frente a la misma se encuentra la Isla Santa Clara. La Playa de la Concha une el Monte Igueldo con el Monte Urgull.

Pueden hacer una parada en el Palacio de Miramar, que es un Palacio de estilo Ingles construido en 1893, ubicado frente a la Playa de la Concha donde la Reina Maria Cristina veraneó durante varias décadas. El punto final de la caminata será el Ayunatamiento.

Una vez en la Ciudad Vieja, hay que recorrerla a pie, paseando por sus locales y frenando a comer algún pintxo con una pinta para recargar energías y continuar paseando. Con sus callecitas, y la apariencia de sus locales, hace que uno se sienta en otros tiempos muy distintos a la locura en la que estamos acostumbrado a vivir día a día. Dentro del Casco Histórico recomendamos visitar la Plaza de la Constitución que es la Plaza Mayor de la Ciudad donde se realizan las fiestas tradicionales de la Ciudad.


En ambas puntas del Casco Antiguo se encuentran dos Iglesias, por un lado la Catedral del Buen Pastor y por el otro la Iglesia de Santa Maria del Coro, la más cercana al Monte Urgull, muy bellas para quienes gustan de visitar Iglesias.

También por esa zona se encuentra "La Bretxa" un Centro Comercial que en el primer piso tiene locales comerciales comunes y abajo tiene un mercado con pescaderías, carnicerías, fruterías, fiambrerías y otros locales destinados a la gastronomía, ideal para quienes sentimos esta pasión por la cocina ya que podemos conseguir muchos productos de la Región.

Si la fecha en la que visiten la Ciudad corresponde al verano, pueden aprovechar y quedarse un rato en alguna de sus hermosas playas.

Por la tarde se puede pasear por las calles cercanas a la Plaza Cervantes para visitar las tiendas de moda y luego ver el atardecer en el Mar.

Por la noche nada que mejor que caminar por la Costanera y cenar en el parte Vieja de la Ciudad.

El segundo día lo arrancamos en la base del Monte Urgull, donde visitaremos el Museo de San Telmo, el cual está dedicado a la historia y cultura Vasca. Luego a poco más de 10 cuadras se encuentra el Aquarium Donostia - San Sebastián, un excelente plan si se va con niños.

Se puede almorzar unos pintxos en la Parte Vieja y luego cruzar por algunos de sus puentes para llegar a la Playa Zurriola Hondartza, ideales para quienes disfruten de los deportes acuáticos y donde se encuentra el Recinto donde año tras año se hace el festival de Cine.

Para el atardecer recomendamos hacer el paseo por el Peine del Viento que se encuentra al final de la Playa de Ondarreta debajo del Monte Igueldo. Se trata de un conjunto de esculturas de Eduardo Chillida incrustadas en las rocas que dan al Mar Cantábrico y cuyas olas azotan.

Como contábamos con un día adicional, nosotros optamos por cruzar la fontera Francesa y visitar Biarritz, como estábamos con auto, fuimos en él, pero sino se puede ir en tren. Esta Ciudad Francesa que tiene un color de mar que enloquece, es excelente para caminar por sus costaneras, almorzar allí, disfrutar sus calles para luego emprender la vuelta a Donostia.

Yo creo que la gran mayoría de la gente puede ser feliz en vacaciones esté en el lugar que esté, pero una Ciudad como San Sebastián ayuda muchísimo a lograrlo. Si tienen la posibilidad no dejen de conocerla, de pasear por sus calles, de disfrutarla y de disfrutar de cada pintxo.









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