Salamanca Silvestre - Barcelona

En los últimos dos viajes donde visitamos Barcelona decidimos ir a Salamanca Silvestre, un restaurante ubicado en Barceloneta frente a la Playa.

Como les fuimos comentando Barcelona nos parece una Ciudad hermosa y sus playas no se quedan atrás. Tener la posibilidad de almorzar con vista al Mediterraneo es una experiencia que vale la pena ser vivida. Desde las mesas ubicadas en la calle, uno come con el color azul del Mar delante suyo.

Nosotros optamos por una porción de  gambas al ajillo y una de pulpo a la Gallega, las porciones son abundantes. Al tratarse de un almuerzo donde la idea era volver a la playa un rato más, nos pareció una buena cantidad de comida para el almuerzo, seguramente si hubiese sido una cena o si la idea era hacer una siesta reparadora posterior a la comida, hubiésemos pedido algún plato adicional.



La calidad de la materia prima es excelente, muy bien condimentado y lo mejor de todo es mojar el pancito en el aceite con ajo de las gambas, pequeños gustos de la vida que no se olvidan jamás.

En cuanto a la atención tuvo buenas y malas, el principal camarero que nos atendió no lo hizo con buena cara, pero luego la cuenta la trajo un camarero Chileno muy simpático, el cual se quedó hablando bastante tiempo con nosotros de lo maravillosa que es la Ciudad. El servicio es rápido, algo que uno agradece cuando almuerza en un lugar como Barcelona que tiene tanto para recorrer.

El precio es el medio de Barcelona, no es barato pero tampoco caro si uno tiene en cuenta donde y que está comiendo. Como nosotros habíamos contratado el bus turístico teníamos un cupón de descuento, por el cual terminamos pagando 48 Euros en vez de 53 Euros por los dos platos, dos gaseosas y pan.

Nos fuimos contentos de Salamanca Silvestre listos para disfrutar una tarde en una de las mejores Ciudades del Mundo.